Santa Catalina 

A unos 1.300 metros del pueblo, y al comienzo de una gran planicie denominada «Villallano», se encuentra la Ermita de Santa Catalina, así denominada por venerarse allí la mencionada Imagen.

Su obra es del siglo XVI, de mampostería y cantería, con una nave cubierta con crucería estrellada: son nervios que se entrecruzan formando dibujos, y en los puntos de cruce hay pequeños rosetones con flores, o caras esculpidas. Coro en alto. Su construcción, a pesar del castigo a que es sometida por las inclemencias del tiempo, se conserva bien

Ermita Santa Catalina

En la entrada existe un pequeño atrio, y encima de la arcada hay un relieve del siglo XVIII, con la inscripción siguiente:

ECCLESIA SACROSANCTAE
BASILICE VATICANE PRINCIPIS
APOSTOLORUM AD INDULGENTIARUM
PARTICIPATIONEM PERPETUO AGREGATA
ANNO 1774 A CLEMENTE XIV PONTIFICE

La traducción es la siguiente: «Iglesia agregada a la Sacrosanta Basílica Vaticana del Príncipe de los Apóstoles, para la participación de las indulgencias a perpetuidad, por el Pontífice Clemente XIV, en el año 1774.»

Ermita Santa Catalina

El edificio tiene forma rectangular terminado en medio hexágono en donde se encuentra la imagen de la Santa, bajo la cual estaba la mesa altar. Sus dimensiones aproximadas son de 16 m. de largo por 10 de ancho. Frente al altar, se encuentra el Coro, al que se asciende por una escalera lateral.

La Ermita, al igual que todas las construcciones de su época, es oscura, pues tan sólo tiene dos pequeños ventanales en su parte posterior, y dos en su anterior. Dos arcos de medio punto, semejantes al de la entrada, la cruzan de lado a lado.

Ermita Santa Catalina

En su parte exterior, y adosados a la pared, hay unos contrafuertes para mayor consistencia de la obra.

Hermosa y artística Ermita es ésta. Son joyas que nos dejaron nuestros antepasados. En los años 1963-65 fueron arreglados los tejados y sufragados por el pueblo.

Santa Celestina 

Construcción del siglo XVIII, de mampostería, con una nave cubierta con bóveda de arista y arco triunfal de medio puntoParece construida en el siglo XVIII, sobre restos de otra anterior. También esta hermosa Ermita sufrió los horrores de la guerra.

La separa de la Iglesia una calle. No es muy amplia, pero su fábrica es una gran mole, con su hermoso alero, casi idéntico al de la Iglesia.

Ermita Santa Celestina

Su único altar guardaba, en una urna de caoba, el cuerpo incorrupto de la Santa. Cuando la Iglesia y Ermita fueron saqueadas y sus retablos e imágenes incendiados, unos hijos del pueblo enterraron dicha urna y la de San Gaudencio, en el Cementerio viejo. De esta forma, se salvaron del pasto de las llamas. Actualmente, la urna de la Santa está en la Iglesia porque Ermita ofrece aspecto ruinoso.

El Padre Eugenio Lora, blasón de esta serranía, trajo esta perla dorada, esta hermosa Celestina y fue colocada en la Ermita de su nombre entre setecientas doce hermosas reliquias, desapareciendo todas ellas.

Ermita Santa Celestina

En un costado se conserva la «Escala Santa», decorada con cerámica turolense. Según Rescripto, desaparecido también, visitando ésta y las restantes Ermitas, se lucraban las mismas indulgencias que visitando las cuatro Basílicas de Roma.
Ermita Santa Celestina
Por esta razón, el día de Jueves Santo se abría esta Ermita, y los hombres, mujeres y niños, con gran recogimiento y devoción subían, de rodillas, aquellas escalerillas estrechas rezando las preces prescritas para ganar las indulgencias concedidas.

Lástima que una Ermita tan privilegiada no se reconstruya para que los hijos de Aguilar volviesen a lucrar ese tesoro de indulgencias, y para que la urna de la Santa ocupase, de nuevo, ese altar que tantas generaciones admiraron y tantos beneficios materiales y espirituales ha derramado sobre nuestro querido pueblo de Aguilar.

También había varios cuadros artísticos, en relieve, de gran valor, los que unidos al riquísimo retablo renacentista, hacían que pareciese la ermita una tacita de plata. Pasarán generaciones y generaciones, y nuestras parroquias no tendrán los tesoros artístico-religiosos que tenían, porque, actualmente, valdrían millones y millones.

ROGATIVAS

Ermita Santa Catalina
La rogativa a la ermita de Santa Celestina tenía lugar el martes anterior a la Ascensión. La Santa Misa se celebraba en dicha ermita. A continuación se bendecían los términos.

Santo Cristo 

Ermita del Santo CristoDista del pueblo 200 metros en dirección a Ababuj, entre la carretera y el camino de la huerta. Por el S. y E. está rodeada de pequeños huertos regados con el agua sobrante de la fuente del pueblo. Algunos olmos y frutales lo cubren con sus sombras, y alegran el paisaje camino del Molino de San Antonio. Parece como un centinela que guarda la entrada del pueblo, anunciando al viajero que Aguilar es un retablo religioso.

Es obra, tal vez, del siglo XVIII, realizada en mampostería, con una nave cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos, presentando arco triunfal de medio punto.

Responde al modelo tradicional de atrio abierto sobre columnas de piedra, y techumbre de madera, decorada con hermosos canes.

Ermita del Santo Cristo
Sobre su tejado, con rico alero, se yergue una pequeña espadaña que sostenía un pequeño campanico; hoy está vacío y triste, esperando que otro hermanito envíe sus sonoros tañidos de tiple, anunciando al pueblo algún acto religioso.

El lunes anterior a la Ascensión se iba en rogativa a esta Ermita, celebrándose la Santa Misa.

El día de la Ascensión se volvía a ir, pero la procesión continuabahasta la Ermita de Santa Catalina. Las fresquitas mañanas del mes de Mayo, el gorjeo de los pajarillos, el aroma de las flores, el tañir de las campanas, las notas agudas del campanico, el canto de las letanías… todo invitaba al recogimiento, y a la oración, para dar gracias al Creador, y pedir su protección a la Santísima Virgen en su mes florido y hermoso de Mayo, mes de las flores y del amor mariano y suplicar perdón al Cristo
Redentor.

En la Contienda Civil fue saqueada y su hermoso Cristo, en talla, con su retablo de columnas salomónicas fueron pasto de las llamas. Según la tradición, dicha imagen pertenecía a Villahermosa y un notario de Aguilar la adquirió para cancelar una deuda que dicho pueblo tenía con él.

En torno a esto existe una copla tradicional popular que dice así:
La Virgen de Villahermosa no cesa de llorar,
pues se ha llevado el Cristo el notario de Aguilar.

Liberado el pueblo y terminada la guerra, fue reparada la Ermita.

La mesa-altar, así como la Imagen del Cristo, fueron sufragados. El pueblo tenía gran devoción a su Santo Cristo, motivo por el cual se celebraban muchas misas durante el año. Cuando yo era niño, siempre que pasaba por allí, veía la lámpara encendida.

Por los años1963-65 fue arreglada, una vez más, esta Ermita por el vecindario.

Ermita del Santo Cristo

ROGATIVAS

El lunes anterior a la Ascensión se iba en rogativa a la ermita del Santo Cristo. En el trayecto de ida y vuelta se cantaban las letanías de los Santos y se rezaba el Santo Rosario.

Después de la Santa Misa se cantaban los gozos del Santo Cristo. El día de la Ascensión había nueva rogativa a la misma ermita y cantados los gozos, se continuaba hasta la ermita de Santa Catalina.